La relación del oro y Barcelona viene unida desde hace muchos años. Hoy en día, en Barcelona se pueden encontrar muchas casas de compraventa de oro y joyería, pero hay una rica historia sobre una reputada industria joyera; el oro, los diamantes, plata, otros metales preciosos y La Ciudad Condal. Históricamente Barcelona ha sido cuna de grandes sagas de joyeros y existe una relación muy importante en el subconsciente colectivo relacionando la potente industria textil de finales del siglo XIX debido al auge de la importación del algodón como materia prima de América y el desarrollo de la misma ciudad, así como su delimitación geográfica.
Familias importantes de joyeros de Barcelona como: los Sunyer, los Ginebreda, Cabot, Clarà, Carreras, Masriera y la familia Macià son estirpes de grandes artesanos y orfebres con un gran talento para la joyería; entre ellos destacó Luis Masriera el cual tenía todo lo necesario para labrarse el éxito: fue un visionario y un referente en la industria joyera barcelonesa. Hasta él todos los joyeros de Barcelona repetían formas, diseños y dibujos. Hay constancia de que en la época recibió el encargo por parte de las altas esferas monárquicas y de la burguesía catalana de la época para la que sería futura reina de España Victoria de Battenberg (nieta de la mismísima Victoria de Inglaterra) y prometida del rey Alfonso XIII. También encargaron a Masriera una diadema de oro, brillantes, diamantes, perlas y esmaltes y fue habitual para él recibir encargos de esta índole por parte de las clases más altas de la ciudad condal.
El fin llego con La Guerra Civil, como sucedió con la mayoría de las cosas, terminó por sentenciar al sector de la joyería y finiquitó gran parte de los negocios relacionados; no sería hasta entrada la década de los 50 y 60 que se retomaría la producción joyera. No fue hasta la globalización internacional de la industria joyera catalana -la cual se produce en pleno régimen franquista- cuando en el año 1961 en el Museo Victoria y Albert de Londres(UK) se organizó una gran exposición de joyas importantes de la época para esta Exposición Universal y se inauguró una nueva vía principal en la ciudad que conectaba la Plaça de Sant Jaume con las Ramblas; más tarde cuando se habilitó el nuevo Eixample, los joyeros tomarían el paseo de Gràcia con exponentes de la alta joyería como son los Roca, la familia Valentí o los más recientes Tous.